El origen de los
Tagaeri está relacionado a su rechazo al contacto forzado con el mundo cowuori
impulsado por el Instituto Lingüístico de Verano en la década de 1960. El jefe
guerrero del clan Taga, perteneciente al pueblo huaorani, decidió ocultarse en
la selva y mantener su forma de vida ancestral dentro del bosque y alejado de
la “civilización”.
Tagaeri significa el
grupo de Taga, nombre del guerrero huaorani que desde 1968 condujo a sus
familiares lejos de los huarani (familias huaorani enemigas) y de los cohuodii
(extraños que habían propiciado o protagonizado la muerte de sus familiares o
su desplazamiento en medio de un torbellino de lanzas.
El único intento
reciente de acercarse a ellos se realizó el 21 de julio de 1987 por el Monseñor
Alejandro Labaca y la hermana Inés Arango, ambos de la misión católica
capuchina en el Napo. Esperaban convertir a los tagaeris y convencerlos de que
permitieran al personal de la compañía petrolera entrar a su territorio, pero
el intento terminó con la muerte de ambos misioneros. Subsecuentemente, los
tagaeris abandonaron sus hogares y desaparecieron en la selva, siguiendo la
tradición huaorani de vivir en total simbiosis con el bosque que durante
milenios les ha proveído de sustento.
Una etnia acostumbrada
más a huir de los enemigos que a enfrentarlos, reducida numéricamente, sometida
al desplazamiento y a la búsqueda constante de nuevos territorios lejos de los
suyos tradicionales, muestran una cultura no precisamente guerrera. Hasta el
siglo XIX ninguno de los pueblos vecinos se refería a ellos como seres
particularmente agresivos.
Pero el nuevo siglo
trajo consigo demasiados acontecimientos inentendibles para los habitantes
amazónicos: la explotación del caucho, la llegada de los misioneros, las
epidemias, la disputa por territorios, la apertura de caminos, la colonización
y la fiebre petrolera.
Actualmente están
ubicados dentro del Parque Nacional Yasuní, teniendo como idioma el Wao
Terero, un idioma no clasificado y con
una población entre 20 y 30 sobrevivientes, a pesar de que no es una cifra cien
por ciento segura.
Los tagaeri, un mundo
virgen, un mundo suspendido en el tiempo y el espacio, donde pasado, presente y
futuro se juntan siguiendo los ritmos misteriosos de la selva tropical.
Arévalo Kelly - Toscano Carmen
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