Oswaldo Guayasamín nació en Quito, el 6 de julio de 1919, de padre indio y madre Mestiza. Su padre trabajaba como carpintero y más tarde como taxista y camionero. La familia vivía en la miseria y fue el primero de 10 hijos.
Su aptitud artística despierta a temprana edad, antes de los
8 años, hace caricaturas de los maestros y compañeros de escuela, también
venden algunos cuadros hechos sobre trozos de lienzo y cartón con paisajes y
retratos de estrellas de cine, en la plazoleta de la independencia.
Oswaldo Guayasamín
sobre la serie en la que pintaba sus obras y el concepto en el que se
basaba para realizarlos menciono: “Mi idea era desde muy joven era pintar cosas
en serie porque un tema no puede entrar en un solo cuadro, entonces tengo que
crear series de cuadro sobre este mismo tema para dar una amplitud a este
concepto de la ternura por ejemplo, la tele en blanco es terrible es como
empezar la vida de nuevo”.
En 1932 a pesar de la oposición de su padre ingresa a la
escuela de Bellas Artes en Quito. Es la época de la guerra “Los cuatros días”
un levantamiento obrero durante una manifestación mueres su gran amigo
Manjarrez. Este acontecimiento que más tarde inspirara su obra “Los niños
muertos” marca su visión de la gente y la sociedad.
En 1942 expone por primera vez en una sala particular de
Quito y provoca un escándalo. La crítica considera esta muestra como un
enfrentamiento con la exposición oficial de la escuela de Bellas Artes. Nelson
Rockefeller, impresionado por la obra compra varios cuadros y lo ayuda en el
futuro.
Guayasamín nos cuenta sobre toda su trayectoria y dibujos
que lo han llevado al éxito. “Tengo todos los estudios y todos los bocetos
porque llevo trabajando en esto alrededor de unos 12 años así que tengo miles
de dibujos de detalles, de composiciones enteras que ya voy resolviendo digamos
como en este del Toro y del Cóndor, tengo los dibujos ya y de ahí ya
cuadriculamos y pasamos a las planchas de tamaño natural”.
Es elegido Presidente de la casa de la cultura Ecuatoriana
en 1971 y sus obras han sido expuestas en las mejores galerías del mundo:
Venezuela, Francia, México, Cuba, Italia, EEUU, Brasil, Colombia, Unión
Soviética, China entre otros.
En 1976 crea la fundación Guayasamín en Quito, a la que dona
sus obras y colecciones de Arte ya que concibe el arte como un patrimonio de
los pueblos.
Sus últimas exposiciones las inaugura personalmente en el
palacio de Luxemburgo Paris y en el museo de buenos Aires en 1995. Hasta poco
antes de su muerte estaba trabajando en su obra cumbre denominada “La Capilla del Hombre”. Fallece el 10 de
Marzo de 1999 a los 79 años.
Guayasamín habla acerca de su última obra y la unificación
de América latina: “La intención desde hace unos 12,15 años que empezó a nacer
la idea de la capilla del hombre y el motivo básico de esto es que de México a
la Patagonia tiene que ser un solo país, ese es el llamamiento que estoy
tratando de hacer a través de los murales que estoy haciendo”.
El Guayasamín del llanto, la ira y la ternura se quedara
para siempre en su obra.
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