Esta pequeña población indígena que
lleva el nombre de la provincia ha perdurado en el tiempo y ahora quiere
mostrarse al mundo.
Sabiduría
ancestral, shamanismo, curandería vegetal, usada para curar los males de las personas,
actualmente es uno de los principales ingresos de los Tsáchilas.
Los
miembros de esta tribu son gente con ropa y atuendos coloridos, con pintura en la
cara y en el cuerpo. Es la única sociedad indígena en el país en la que los
hombres usan falda y tiñen su cabello con achiote.
Utilizan
el idioma Tsafiqui, que quiere decir verdadera palabra, cabe señalar que este
lenguaje proviene de la familia lingüística Chibcha; la segunda lengua de los
Tsáchilas es el español.
Su
organización Sociopolítica tiene dos formas de autoridad: el Cabildo,
organización de nuevo tipo establecida por el Estado, y la tradicional con un
jefe llamado "Miya", que legendariamente siempre ha sido un “Pone” o
“Vegetalista”, como su máxima autoridad. El "Miya" ordena las
actividades cotidianas de la comunidad y cura las enfermedades, ya que tiene el
poder que le dan los espíritus; es quien preserva la memoria colectiva y el
saber de su pueblo y lucha por la defensa de su identidad y su cultura; por lo
tanto, es el guía espiritual y conductor social y político.
Su
presencia en el cantón hizo que inicialmente se conozca a la ciudad como Santo
Domingo de los Colorados, y ahora la provincia lleva su nombre de Santo Domingo
de los Tsáchilas.
Amantes
de la naturaleza, vivían y algunos siguen viviendo de la agricultura y de la
pesca, mientras las mujeres son las obreras textiles de la comunidad. Aunque
actualmente el turismo es su principal fuente de ingresos.
Los
Tsáchilas, una cultura que resalta y sobrevive a pesar de su insuficiente práctica
en la sociedad.
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