El autismo es un espectro de trastornos
caracterizados por un grave déficit del desarrollo, permanente y profundo. Afecta
la socialización, la comunicación, la imaginación, la
planificación y la reciprocidad emocional, y se evidencia mediante conductas
repetitivas o inusuales.
Los síntomas son la falta de interacción social
(muestran dificultad para relacionarse con otros niños de la misma edad, poco o
nulo contacto visual, evitan el contacto físico, no responden al ser llamados
por su nombre, no tienen lenguaje y si lo tienen presenta alteraciones), las
estereotipias (movimientos repetitivos), poca tolerancia a la frustración,
risas o llantos sin motivo aparente, presentan hiperactividad o son muy
pasivos, no hay juego simbólico, carecen de juego creativo.
La
mayoría de estos síntomas pueden aparecer al año y medio de edad, comenzando
con retrocesos en el desarrollo del niño.
Hay varias causas por las que se produce el
autismo, estas son bases neurobiológicos, estructurales, factores ambientales,
entre esos se debate las vacunas, intoxicaciones con metales, o en el proceso
obstétrico y las causas más conocidas como factores de trastornos anteriores.
”un niño autista necesita un diferente
tratamiento, pero puede normalmente ir a la escuela, crecer y hacer las
distintas actividades, el mejor tratamiento que necesita un niño autista es el
afecto y la buena relación entre sus familiares, el no darle un entorno estable
solo afectaría y empeoraría el comportamiento del niño” dijo la Psicóloga Rosa
Martínez acerca del tratamiento hacia el infante.
Por: Sammia Sailema y Erika Zurita
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