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viernes, 1 de agosto de 2014

LATINOAMERICA HABLA-GABO






Gabriel García Márquez mas conocido como “GABO” nació en Aracataca en el departamento de Magdalena en Colombia, el 6 de marzo de 1927. Sus padres fueron, el telegrafista Gabriel Eligio García y Luisa Santiaga Márquez creció con  sus abuelos maternos y sus tías.

Los abuelos eran dos personajes bien particulares y marcaron el periplo literario del futuro Nobel: el coronel Nicolás Márquez, veterano de la guerra de los Mil Días, le contaba al pequeño Gabriel infinidad de historias de su juventud y de las guerras civiles del siglo XIX y . Doña Tranquilina Iguarán, su cegatona abuela, se la pasaba siempre contando fábulas y leyendas familiares, mientras organizaba la vida de los miembros de la casa de acuerdo con los mensajes que recibía en sueños: ella fue la fuente de la visión mágica, supersticiosa y sobrenatural de la realidad.   

Cuando murió el abuelo  tuvo que irse a vivir con sus padres al sabanero y fluvial puerto de Sucre, de donde salió para estudiar interno en el colegio San José, de Barranquilla, donde a la edad de diez años ya escribía versos humorísticos.

En 1940, gracias a una beca, ingresó en el internado del Liceo Nacional de Zipaquirá, una experiencia realmente traumática. En los años de estudiante en el colegio en Zipaquirá, Gabo se dedicaba a pintar gatos, burros y rosas, y a hacer caricaturas del rector y demás compañeros de curso.
 En 1945 escribió unos sonetos y poemas octosílabos inspirados en una novia que tenía: son uno de los pocos intentos del escritor por versificar.

En 1946 terminó sus estudios secundarios con magníficas calificaciones.
En 1947, presionado por sus padres, se trasladó a Bogotá a estudiar derecho en la Universidad Nacional El estudio de leyes no era propiamente su pasión, pero logró consolidar su vocación de escritor el 13 de septiembre de 1947 cuando publicó su primer cuento, La tercera resignación, en el suplemento Fin de Semana, nº 80, de el periódico  El Espectador.
Entre sus principales obras están:
  • Cien años de soledad
  • Vivir para contarla
  • Memorias de mis putas tristes
  • El amor en los tiempos del cólera
  • Relato de un náufrago
  • Crónica de una muerte anunciad
  • El coronel no tiene quien le escriba de la que enmarcamos la siguiente cita:  


"Desde hacía mucho tiempo el pueblo yacía en una especie de sopor, estragado por diez años de historia. Esa tarde -otro viernes sin carta- la gente había despertado. El coronel se acordó de otra época. Se vio a sí mismo con su mujer y su hijo asistiendo bajo el paraguas a un espectáculo que no fue interrumpido a pesar de la lluvia”


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